Creo que tengo cinco minutos de tranquilidad, a pesar de que mañana lloverá, prometo no ponerme nostálgica y aceptar los estragos que la tormenta trae...
Ojalá y el aire se lleve la lluvia, que sople y que riegue otras tierras...
Quiero un equilibrio en el clima, según mi humor o mis necesidades...
Frío para los abrazos y el café hirviendo... Calor para caminar y nadar por ahí....o un híbrido en donde pueda nadar y tomar café calientito, o abrazar a alguien y caminar con ropa ligera...
Me he preparado para la lluvia, quité la tierra y las hojas que cayeron...abrigué bien mis cuerdas vocales para poder cantar, saqué las cobijas y la calefacción falsa.
Y arreglé mi casa, con incienso y velas, con navidad.
Hoy estoy aquí, con ya diez minutos de tranquilidad, o tal vez resignación que espero me lleve a la felicidad.
Mañana lloverá, pero abrigaré bien mis pies para disimular el frío, con el que a veces tengo amistad. Trataré de no caer en los charcos, y de ver como camina el agua por las calles, parece que baila o que corre.
Después de todo, después de la lluvia la ciudad se ve bonita con las calles mojadas y los tenues rayos del sol que alcanzan a escabullirse, me pondré debajo de ellos para calentarme un poquito, y luego buscaré a quien abrazar.
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