5 ene 2011

ALTAMAR


Con sus palabras, si ella hubiera podido hablar, todo hubiera sido más fácil.
En esos momentos, todo sobrepasó los límites en mi vida....sobrepasé los límites de la realidad, del dolor, del egoísmo.
Y me sumergí dentro de un mar, sin saber nadar.
Yo creo que en momentos esperaba, cobardemente hundirme hasta el fondo con el zarpazo de una ola bondadosa que me ayudara a escapar, pero por obra de la vida seguí ahí, flotando.
Nada ha sido más dificil que haber tenido su vida en mis manos.
Si tan solo ella hubiera podido decir "quiero irme", yo hubiera tirado mi dolor a un lado y hubiera buscado entre los escombros de mi alma la valentía que tanto me hizo falta.
Y lo peor es la incertibumbre, esa que da la ausencia, precisamente de palabras.... aunque algunas miradas, algunos abrazos, algunos momentos no sólo hablaron, gritaron amor por todo lo alto.
Ahora, aún voy navegando, no sé como!, sinceramente no sé como le he hecho para seguir a flote, aunque a veces siento que nunca veré tierra, que seguiré en este mar de desolación aprendiendo a vivir en el agua... aprendiendo a aguantar la respiración, a tapar el sol con la mano para no sentir que me quema los ojos.
En estos días me he sorprendido de mi, antes hubiera jurado que me iba a ahogar, pero ahora parece que poco a poco, aprendo a nadar.