Tan idealista, tan coherente, tan valiente......
Con esos ojos que lo decian todo, que cambiaban de mirada, que lograban ver más allá de la primera impresión....
Con las manos que transcribian pensamientos, que deleitaban al aire cuando se movian para enfatizar las palabras....
Nadie, nunca, jamás, como tú..... que reía sinceramente y lloraba valiente... que madrugabas para cortar la caña, que no dormias por la causa...
Que ponias el ejemplo de humildad, responsabilidad, justicia... nadie tan justo como tú...
Nada como tus pasos por las noches oscuras, sin temor al camino, sin temor a lo desconocido....
Nada como tu voz, mezcla de acentos, mezcla de todo, universal, soñadora, ilimitada, que traspasa los tiempos.
En el frío con el asma, con todos tus pesares, pero firme, siempre con la frente mirándo al cielo.
Nadie, que lo deja todo para vertirse en la lucha contra lo que te acongoja, lo que te derrite, lo que te fulmina, lo que te hace sentir impotente, nadie, nadie, que sigue hasta la muerte los instintos, que no se rinde aún entre el miedo y la desesperanza.
Nadie tan multifácetico: médico, filántropo, fotográfo, guerrillero, revolucionario....
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